Una imagen tomada en 2006 del aeropuerto de Toluca.
Foto: Benjamin Flores
Foto: Benjamin Flores
MÉXICO, D.F. (apro).- Durante la administración de Enrique Peña Nieto
en el Estado de México, el Cártel de los Beltrán Leyva utilizó el
Aeropuerto Internacional de Toluca como base de operaciones para el
tráfico de cocaína proveniente de Colombia y Venezuela, según declaró a
la Procuraduría General de la República (PGR) Sergio Villarreal
Barragán, El Grande, quien tras su arresto, en septiembre de 2010, se
convirtió en testigo protegido.
De acuerdo con una nota publicada
por el diario Reforma en su edición de este miércoles, el operador del
Cártel de los Beltrán Leyva capturado en la ciudad de Puebla declaró lo
anterior el pasado 22 de mayo, antes de ser extraditado a Estados
Unidos.
En sus declaraciones, que forman parte de la averiguación
previa AP/ PGR/SIEDO/UEIDCS/112/2010, relacionada con la indagatoria en
contra de varios generales del Ejército presuntamente vinculados con el
narcotráfico, El Grande confesó también que para realizar sus
operaciones sobornaban a funcionarios locales y federales.
Un dato
no menor de entre los muchos que ofreció el capo fue que entre 2006 y
2009 fue justamente cuando el aeropuerto internacional de Toluca sirvió
de puente de paso para la droga que traían de Colombia y Venezuela. En
esa época, la terminal aérea era administrada por la constructora
consentida del gobierno de Peña Nieto: la empresa española OHL.
Según
el expediente citado por Reforma, a las 9:30 horas del 22 de mayo,
antes de su extradición, bajo la figura de testigo colaborador con la
clave de Mateo, Villareal Barragán dio detalles de cómo se hicieron del
control del aeropuerto de Toluca.
“Ellos se arreglaban con el
personal del Aeropuerto, es decir con el personal de ASA, Torre de
Control, Aduanas, Migración, los maleteros, hasta los bomberos
desplegados en el Aeropuerto.
“A todos se les repartía de los 900
mil dólares, y lo repartían El Pokémon y El Negro, por lo que entre La
Barbie y yo teníamos arreglado el aeropuerto para bajar los referidos
aviones”, confesó.
No fue todo. El Grande también informó a la PGR
que el cártel para el que trabajaba tenía el control del aeropuerto de
Cancún, bajo el mismo esquema del de Toluca, mediante una red de
corrupción, integrada por autoridades locales, federales y
aeroportuarias, creada por La Barbie y dirigida por Roberto López
Nájera.
No obstante, según El Grande en ese aeropuerto casi no
bajaba droga, sólo se reabastecía el avión de combustible y se dirigían
al aeropuerto de Toluca para bajar la droga.
Los aviones que
usaban eran Grumman, provenientes de Maracaibo, Venezuela, con capacidad
para 3.3 ó 3.4 toneladas de cocaína y por los que debían pagar sobornos
de 900 mil dólares.
Cuando los aviones cargados de cocaína
descendían en Cancún, se pagaban 400 mil dólares por avión a la red de
corrupción encabezada por la Policía Federal, precisó El Grande.
Explicó a la SIEDO:
“Quiero
aclarar que en caso de que sólo se bajara el avión para que repostara
turbosina y hacer el papeleo para que pasara de vuelo internacional a
nacional sólo se pagaban 400 mil dólares. Entonces estos aviones bajaban
en el aeropuerto de Toluca, Estado de México, desconociendo cómo estaba
arreglado”.
El capo relató a la PGR las complejas operaciones y
la red de complicidad Maracaibo, Cancún y Toluca el pasado 13 de octubre
de 2010, según la averiguación previa citada por Reforma. Villareal
Barragán fue detenido un mes antes, el 12 de septiembre, en Puebla.
Explicó
que en 2007, los Beltrán Leyva, en esa época vinculados a La
Federación, al mando de Joaquín El Chapo Guzmán, tenían conexiones en
Maracaibo, de donde salían los aviones con los cargamentos, “con
conocimiento de diversos Generales del Ejército de Venezuela y también
del Turco, un narcotraficante de Venezuela al parecer pariente de Hugo
Chávez”.
Se refería a Walid Makled detenido por la Policía Nacional de Colombia en agosto de 2010, un mes antes que Villarreal Barragán.
El
Grande detalló que entre 2007 y 2008 en el aeropuerto de Cancún había
una red de policías y comandantes de la Policía Federal que estaban al
servicio de los Beltrán Leyva, entre ellos, uno que identifica como el
Comandante Rosales.
“Estaba asignado como comandante del
Aeropuerto Internacional de Cancún, también El Toy, actualmente asignado
al aeropuerto de la Ciudad de México; El Pockemon y El Negro”, declaró a
la PGR.
Dio detalles:
“Ellos se arreglaban con el personal
del aeropuerto, es decir con el personal de ASA, torre de control,
Aduanas, Migración, los maleteros hasta los bomberos desplegados en el
aeropuerto.
“A todos se les repartía de los 900 mil dólares y lo
repartían El Pockemon y El Negro, por lo que entre La Barbie y yo
teníamos arreglado el aeropuerto para bajar los referidos aviones.
Mandándoles a estos elementos de la PFP el dinero no había problema”,
aseguró.
Dentro del Aeropuerto Internacional de Toluca, el hangar
del 22 al 29 –señalado por el gobierno estadunidense y por un testigo
protegido de la PGR por ser utilizado por los Beltrán Leyva para
descargar droga de Colombia y Venezuela, era ocupado por la Secretaría
de Seguridad Pública federal (SSP).
De manera oficial, la
dependencia rentaba esas instalaciones a Operadora de Aviación General
de Toluca, S.A. de C.V. desde 2007 a noviembre de 2009, cuando dejó las
instalaciones según documentos oficiales consultados Grupo Reforma.
El
área “puede atender aeronaves de gran fuselaje y tiene capacidad para
manejar hasta 36 operaciones aéreas por hora”, según información de OHL,
propietaria mayoritaria de Administradora Mexiquense del Aeropuerto
Internacional de Toluca (AMAIT), empresa que tiene la concesión desde
2006.
Según fuentes de la SSP citadas por Reforma, la dependencia
usaba las instalaciones como una base de operaciones e incluso mandó a
reforzar las plataformas, argumentando que lo requerían para la
operación de los aviones que usaban para el traslado de detenidos.
Los
responsables del uso de las instalaciones eran Eduardo Laris Mc Gregor,
coordinador de Transportes Aéreos de la Policía Federal desde 2007, y
José Antonio Villavicencio, actual subdirector de la Dirección General
de Operaciones y Administración de Bienes Materiales de la SSP.
De
manera extraoficial el lugar era la sede de la empresa Aeronáutica
Cóndor S.A. de C.V., conocida como Aerocóndor, que en mayo de 2009, el
Departamento del Tesoro de EU relacionó con el colombiano Pedro Antonio
Bermúdez, El Arqui, presunto operador de El Chapo y los Beltrán Leyva.
Supuestamente,
Aerocóndor trabajaba como taxi aéreo, sin embargo, el testigo
colaborador Jennifer declaró en 2010 que en realidad transportaba droga.
Pero
además, según funcionarios aeroportuarios consultados por Reforma, las
instalaciones del hangar también eran usadas para helicópteros del
gobierno mexiquense “como un favor de la SSP”.
[Nada que no me sorpenda.....]
Fuente: http://www.proceso.com.mx/?p=320884
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