Presos políticos
Por:
Sanjuana Martínez -
diciembre 10 de 2012 - 0:00 COLUMNAS, Daños colaterales - 6 comentarios
diciembre 10 de 2012 - 0:00 COLUMNAS, Daños colaterales - 6 comentarios
Asistimos al inicio de un sexenio, cuyo estreno fue el peor
de los imaginados: represión, detenciones arbitrarias y presos políticos. Ese
es el principio del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Los 69 detenidos por las
protestas contra la toma de posesión el 1 de diciembre, de los cuales quedaron
libres 55, son la representación del regreso del viejo régimen autoritario. Los
14 que permanecen en prisión, una mujer y trece hombres, pasan a ser
automáticamente presos políticos.
La liberación de parte de los detenidos se
debió a falta de pruebas, pero no hubo un “usted disculpe” de parte del
gobierno de Miguel Ángel Mancera, tampoco un comunicado ofreciendo un “mea
culpa” por los errores. Pero esto no termina aquí.
¿Cómo compensará el Estado
los ocho días de arresto de estos inocentes, la tortura, la fabricación de
delitos, los excesos? y lo que es peor: ¿Qué delitos nuevos imputará a los 14
para dejarlos en prisión sin el debido proceso?
Lo que ha quedado claro en esta
última semana es que los arrestados el 1 de diciembre se convirtieron en presos
políticos porque fueron detenidos y mantenidos en prisión porque sus ideas y protestas
representaron una amenaza para el gobierno peñanietista.
Hay más de 20 mil
firmas recabadas por Amnistía Internacional para exigir que los gobiernos
capitalino y federal, investiguen los abusos policiales, las mentiras, los
delitos al utilizar balas de goma prohibidas. Los responsables y sus jefes
deben ser detenidos y sometidos a investigación, de lo contrario, la percepción
de la ciudadanía seguirá siendo la impunidad.
El saldo del exceso policial se
exhibe en la pérdida del ojo del joven estudiante de la UACM, José Uriel
Sandoval Díaz, y el estado en coma del maestro de teatro Francisco Kuykendall
Leal. ¿Dónde están los responsables de estos delitos?
Las irregularidades en el
arresto y la fabricación de culpables deslegitima todo el proceso, por tanto,
los 14 restantes, a quienes se les dictó auto de formal prisión, deben quedar
libres de manera inmediata.
Más allá de las detenciones, quedó al descubierto
la intención del Estado de criminalizar la protesta. El PRI volvió y busca
infundar miedo a la gente que pretenda manifestarse contra sus decisiones.
Los
testimonios, las fotos, los videos caseros y profesionales de las detenciones,
dan cuenta de que la policía arrestó gente en el Centro Histórico, Avenida
Juárez, Filomeno Mata, Bellas Artes… muy lejos de los disturbios en San Lázaro
y los destrozos en propiedad privada. Incluso hubo cercos policiacos para
amurallar a los ciudadanos que caminaban por esas calles y arrestarlos, sin
deberla ni temerla.
Las fotografías y videos también demostraron además que
hubo reventadores, es decir, gente infiltrada del propio gobierno para generar
la violencia, el caos y posteriormente la justificación de la brutal represión
policial. Claramente se ve cómo algunos sujetos vestidos de civil con un guante
negro en la mano izquierda están del lado del operativo policial dentro de las
vallas y posteriormente se les ve en la calle junto a los manifestantes
lanzando cocteles molotov.
El uso de paramilitares por parte del PRI es cosa
antigua. Hay que recordar que en el operativo militar contra los manifestantes
de Tlatelolco en 1968, los integrantes del escuadrón Batallón Olimpia se
distinguían por el uso de un guante blanco. Una serie de 38 fotografías
muestran a estos sujetos, con porte militar y vestidos de civil, portando armas
durante la manifestación y luego en el arresto de cientos de estudiantes.
Esta
vez, la sección del PRI más siniestro encabezado por Peña Nieto se encargó de
crear un nuevo escuadrón paramilitar para llenar estratégicamente de
reventadores las manifestaciones pacíficas del grupo de estudiantes “YoSoy132”.
El nuevo inquilino de Los Pinos quiere vengarse de quienes lo exhibieron en la Universidad Iberoamericana. Y por tanto, ha dejado caer todo el peso del Estado represor contra el grupo que encabezó una de las protestas más genuinas en torno a la democratización del espectro televisivo y radiofónico y por consiguiente de México.
Acusar a los manifestantes del 1 de diciembre de vándalos es caer en un reduccionismo oficialista, que el duopolio televisivo se ha encargado de propagar. El abuso de la palabra vándalo se dio durante toda la semana pasada, como si eso justificara los excesos policiacos, los arrestos ilegales y la existencia de presos políticos. ¿A cuántos de los reventadores paramilitares con el guante negro se les identificó como vándalos?
El PRI ha creído que las manifestaciones y protestas funcionan como hace 30 años. Se equivoca. Ahora existen celulares que en un instante pueden captar un nivel de grabación y fotografías para denunciar y exhibir la podredumbre del sistema. También hay una isla de libertad llamada: Internet. Y afortunadamente existen oasis de autonomía en las redes sociales, los blogs y portales de noticias de medios independientes.
La acumulación de pruebas gráficas y testimonios, echó abajo la visión de “vándalos” que el PRI gobierno y sus televisoras intentaron imponer. Poco a poco la verdad se fue abriendo camino, hasta que ya no tuvieron más remedio que liberar a los inocentes. Nos faltan 14. Y seguiremos exigiendo su libertad.
El nuevo inquilino de Los Pinos quiere vengarse de quienes lo exhibieron en la Universidad Iberoamericana. Y por tanto, ha dejado caer todo el peso del Estado represor contra el grupo que encabezó una de las protestas más genuinas en torno a la democratización del espectro televisivo y radiofónico y por consiguiente de México.
Acusar a los manifestantes del 1 de diciembre de vándalos es caer en un reduccionismo oficialista, que el duopolio televisivo se ha encargado de propagar. El abuso de la palabra vándalo se dio durante toda la semana pasada, como si eso justificara los excesos policiacos, los arrestos ilegales y la existencia de presos políticos. ¿A cuántos de los reventadores paramilitares con el guante negro se les identificó como vándalos?
El PRI ha creído que las manifestaciones y protestas funcionan como hace 30 años. Se equivoca. Ahora existen celulares que en un instante pueden captar un nivel de grabación y fotografías para denunciar y exhibir la podredumbre del sistema. También hay una isla de libertad llamada: Internet. Y afortunadamente existen oasis de autonomía en las redes sociales, los blogs y portales de noticias de medios independientes.
La acumulación de pruebas gráficas y testimonios, echó abajo la visión de “vándalos” que el PRI gobierno y sus televisoras intentaron imponer. Poco a poco la verdad se fue abriendo camino, hasta que ya no tuvieron más remedio que liberar a los inocentes. Nos faltan 14. Y seguiremos exigiendo su libertad.
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