miércoles, 28 de noviembre de 2012

LA HIPOCRESÍA DEL FMI

Elogia FMI a México por política macroeconómica

MÉXICO, D.F. (apro).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) colmó en elogios al gobierno mexicano por “el sólido marco de política económica basado en reglas y por la hábil gestión macroeconómica” que, resaltó, ha apuntalado al país después de la crisis económica del 2009.

El organismo dirigido por Christine Lagarde señaló que dichas políticas económicas “han mejorado la competitividad y la capacidad de resistencia de la economía ante choques, y han contribuido a un aumento de la inversión extranjera y el crecimiento”.

En un escenario internacional adverso, México cumple de manera positiva las condiciones para mantener la estabilidad macroeconómica.

A esas conclusiones llegó el directorio ejecutivo del FMI, que también aplaudió la aprobación de la controversial reforma laboral.

Los altos funcionarios convinieron en que el acuerdo con el FMI en el marco de la línea de crédito flexible ha ofrecido una protección significativa frente a los riesgos mundiales a la baja.

El Fondo Monetario enfatizó que el sector financiero de México sigue siendo sano y resistente. Sin embargo, alentó a incrementar los esfuerzos para reforzar el marco de regulación y supervisión, y reducir la concentración de las carteras de préstamos de los bancos.

También instó a las autoridades a redoblar sus esfuerzos para implementar las recomendaciones en el marco del Programa de Evaluación del Sector Financiero (PESF), y elogió el monitoreo estrecho del endeudamiento de los “gobiernos subnacionales” (estados).

El FMI aplaudió la reforma laboral aprobada recientemente, y recalcó la importancia de adoptar reformas dirigidas a mejorar la calidad de la educación, fomentar la competencia, y facilitar el acceso al crédito para las pequeñas y medianas empresas, y reforzar la seguridad interna.

De hecho, adelantó que “para impulsar su crecimiento potencial, México requerirá reformas estructurales orientadas a incrementar la productividad y la inversión”.

Sobre la inflación (la cual se mantiene en niveles superiores al 4%), el organismo advirtió que el Banco Central deberá estar atento a los choques de oferta y debe mantener ancladas las expectativas de este indicador macroeconómico.

“La actual orientación de la política monetaria ha ayudado a respaldar la recuperación en curso, habida cuenta del proceso de consolidación fiscal. El siguiente paso consistirá en determinar el rumbo adecuado de la política monetaria, dadas las condiciones cíclicas y las presiones mundiales adversas. Los recientes choques de oferta, que causaron un aumento de la inflación por arriba del intervalo de variabilidad, justifican que el banco central se mantenga atento”, explicó.

El FMI subrayó que cuando existen este tipo de choques es esencial comunicar la orientación adecuada de la política monetaria a fin de asegurar la credibilidad del banco central y mantener las expectativas de inflación bien ancladas.

Para el próximo presupuesto 2013 recomendó a las autoridades restablecer el equilibrio, en el marco de la regla fiscal de México, lo que ayudará a encauzar la razón de endeudamiento hacia una trayectoria descendente y restablecer los márgenes de maniobra fiscal.

“Con este fin, es necesario aplicar medidas para movilizar ingresos públicos para incrementar la relación de ingresos a PIB desde un nivel relativamente bajo, reducir la dependencia de los ingresos petroleros y evitar una compresión excesiva de la inversión pública. También será necesario aplicar reformas fiscales para abordar las presiones sobre el presupuesto derivadas del envejecimiento de la población y la reducción de los ingresos petroleros como porcentaje del PIB”, explicó.

El FMI celebró la legislación aprobada recientemente para mejorar la declaración de cuentas públicas de los “gobiernos subnacionales” (estados), lo que será esencial para reforzar la disciplina fiscal.

“Los directores coincidieron en que la actual orientación de la política monetaria ha ayudado a respaldar la recuperación en curso habida cuenta del proceso de consolidación fiscal”, señaló el organismo.

El Fondo Monetario dibujó un escenario favorable para la economía mexicana  en el próximo año: estimó un crecimiento cercano al 3.5%, “nivel cercano a la tasa de crecimiento potencial a largo plazo de México”.

“A pesar de la moderada recuperación en Estados Unidos, se prevé que la demanda interna mantendrá su dinamismo, respaldada por la confianza sostenida de las empresas y los consumidores”, sostuvo.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/?p=326386


COMENTARIO:

No cabe la menor duda que a la gente le quieren ver la cara de pendejos con estas declaraciones o mejor dicho, por estos elogios.

Estos putos del fondo monetario internacional, a lo único que se dedican es a prestar a los gobiernos y después joderlos y exprimirlos hasta que no les queda una gota... este es el mega negociazo de FMI.
Su objetivo es mantener a la clase baja en una situación de pobreza extrema para que ese capital que debería estar en bolsillos de la gente, esté en manos del FMI.

Extrañamente, estos imbéciles representantes del FMI, no elogian a Brasil, país al cual actualmente le deben capital, mejor elogian a quien les debe el capital, en este caso al que esta hasta el copete de deuda.

Hace unos días publique una nota donde la presidenta de Brasil, hizo todo lo contrario a las recomendaciones de los putos del FMI, osea, hizo todo lo contrario en politica economica que la que ha manejado México durante los años que ha gobernado PRI y PAN y las políticas económicas que el resto de latinoamerica, excepto cuba y Venezuela, han implementado.

Para no hacerles tan larga la participación, les dejo la nota que habla de lo que estos imbéciles representan y las negras intenciones que los mueven a hacer y a decir.


BRASIL, UN EJEMPLO A SEGUIR EN ECONOMÍA





Día 21/11/2012  

No obedeció al FMI y dio dinero a sus ciudadanos. Así salió Brasil de la crisis



No obedeció al FMI y dio dinero a sus ciudadanos. Así salió Brasil de la crisis
Su Majestad el Rey Don Juan Carlos recibe a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff

Corrían los años 70 y Brasil, como buena parte de América Latina vivía el espejismo de una economía próspera. A golpe de crédito creció una industria pagada por acreedores internacionales. Créditos que algún día habría que devolver. En los 80 se rompió la burbuja y poco a poco el país amenazó con entrar en bancarrota. Bajo el disfraz de un gran salvador, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial ofrecieron sendos préstamos a Brasil y a otras economías latinoamericanas. Esas líneas de crédito se convirtieron en deuda pública a unos intereses desorbitados, engordados poco a poco por la especulación de los mercados. En esas condiciones el endeudamiento no desapareció sino que se aplazó y fue creciendo.

«En ese periodo Brasil dejó de crecer y se convirtió en un ejemplo de desigualdad social», recordaba la presidenta Dilma Rousseff en la XXII Cumbre Iberoamericana. Las cifras negativas continuaron en Brasil durante dos décadas, retomando el bache en la crisis de los tigres asiáticos solo 10 años más tarde. El debilitamiento de estas economías supuso la disminución de los recursos externos para financiar el déficit del país. Se utilizaron unos 10.000 millones de dólares para financiar la economía y se adoptaron duras medidas de política monetaria. De nuevo se volvió a pedir dinero al FMI y al Banco Mundial.

En esta ocasión el plan de ayuda financiera sumaría 41.000 millones de dólares, que deberían ser utilizados en dos años. Como condición de este préstamo, Brasil debía mantener la política cambiaria y aplicar un nuevo paquete con 51 medidas fiscales a su población. «La consolidación fiscal exagerada y simultánea no es la mejor respuesta a la crisis mundial. Puede incluso agravarla llevando a una gran recesión», recordó la presidenta de Brasil en la Cumbre. Hablaba por experiencia, pues en el año 1998, bajo la presidencia de Henrique Cardoso, el déficit fiscal de Brasil se elevó hasta el 7%. La cura casi mata al enfermo.
El Brasil de Lula

«Cuando empecé mi gobierno, el 10% de la población más rica cogía la mitad del dinero del país y le dejaban a los más pobres apenas el 10%», relató el exmandatario Lula da Silva en una entrevista concedida a la revista colombiana «Semana» al final de su mandato presidencial.

Lula da Silva llegó al poder en el año 2003 y seguiría allí hasta el 2011, exactamente los años en que Brasil llevó a cabo su milagro económico. Durante su mandato, Lula se opuso a continuar con la senda de austeridad que le dejó Cardoso. Al contrario, aumentó el salario mínimo en un 62%, acabó con la desnutrición infantil y escolarizó a las clases humildes. Impulsó la creación de cuentas bancarias para los pobres, Hasta 45 millones de brasileños recibieron depósitos por valor de 200.000 millones de dólares. Se dieron «préstamos» con tasas muy reducidas que se devolvían en 30 días gracias a a los cuales se reactivó el consumo: «Creció siete veces más, sobre todo en los sectores populares», afirmó Da Silva. Un mecanismo que se aseguró de llevar a cabo sin intermediarios. «No creo que deba existir la figura del intermediario, porque la mitad de la plata se queda con él.

En Brasil las personas que reciben beneficios del Gobierno reciben una tarjeta magnética con la que pueden ir al banco y sacar el dinero. «Eso es sagrado», recalcó el expresidente.

Brasil logró reducir en más de un 70% la desnutrición de su población gracias a políticas de fomento de la agricultura familiar, distribución de alimentos a las clases más desfavorecidas y programas de ayuda a la lactancia materna. Se crearon escuelas, universidades y sobre todo, se creó empleo y se devolvió el préstamo con creces.

«Hasta le pagamos la deuda el Fondo Monetario Internacional. Después de dos años de gobierno, le devolvimos 16.000 millones de dólares que le debíamos. Hoy el FMI nos debe 14.000 millones de dólares que les prestamos para ayudar a la crisis de los países ricos», dijo Lula.

Algo parecido apuntaba Dilma Rousseff en la Cumbre Iberoamericana: «Es necesaria la adopción de una estrategia que obtenga resultados concretos para las personas y presente un horizonte de esperanza, no sólo la perspectiva de más años de sufrimiento».

Es cierto que Brasil sigue siendo hoy una de las economías más desigualitarias, que existen problemas de corrupción y que deja mucho que desear en cuestiones de seguridad ciudadana, pero también que en 2010, en plena crisis financiera mundial, logró crecer un 7,5% y a día de hoy es la nación más próspera de toda América Latina y la sexta más rica del mundo.


Fuente: http://www.abc.es/economia/20121120/abci-obedecio-dinero-ciudadanos-salio-201211200726.html



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